miércoles, 4 de mayo de 2011

Sueños rotos

Cuando sueño, no pienso siempre que mis sueños se cumplirán, pero lo deseo, algunos, de los que no temo rehuirme tanto, los quiero. La diferencia está que desear es pensar en esa cosa y esperar a que esa cosa llegue sola, querer es pensar en que eso se cumplirá para mí y luchar por ese sueño, no sabemos si se cumplirá o no, pero lo soñamos.
Cuando me dijeron que tenían todos puestos en mí sus esperanzas de que yo ingresara a la universidad, verdaderamente creí que todos me ayudarían a que sus espectativas se cumplieran poniendo parte de la matrícula y del arancel, pero jamás imaginé que todos los que me rodeaban hablaran de la boca para fuera. Hoy me veo solo, esforzandome bajo mis propios parámetros para entrar a algo que, no tan solo no es seguro, sino que sé que si yo no consigo asirme a mi primera oportunidad ya nadie más creerá en mí.
Esa gente, no es qe me desee maldad, al contrario, me desea lo mejor.
Ahora bien, tomemos un caso ficticio de un joven que también es la esperanza naciente de su familia para entrar a la universidad, y tiene las mismas falencias económicas que yo, y también está esa gente que le dice lo que espera para él, pero a diferencia del primer caso, a él si le cancelan el arancel de la universidad y le cumplen su sueño. A ese joven no le desean lo mejor, quieren lo mejor para él.
No sé si la diferencia se nota.
Yo quiero creer que existen chances en que la gente promedio como yo puede cumplir sus más anhelados sueños, en este instante mis sueños siquiera están cerca de ser tangibles, y sin embargo, son tan esperados y he rogado tanto por ellos que ya creo que estoy perdiendo la paciencia, no la fe, pero mi paciencia se agota.
¿Tan difícil es que alguien te ame, por Dios?, cuando pienso en toda esa gente que ni siquiera quería y que le gusta negar lo que siente y que aún así se queda con el que más quería otra persona y expresaba sus sentimientos como un libro abierto, me siento impotente porque no solo se emproblema el corazón de una persona (el amor cuando uno no está preparado es más bien un problema), sino que se rompe en mil pedazos la de otra persona que tan sólo se hubiese conformado con las palabras tristes y sinceras y sin embargo tan tranquilizadoras, y a futuro, tan agradecidas de "yo no puedo sentir lo mismo", pero no, hoy se está de moda pasar a llevar el corazón de las demás personas, como si el romper sueños estuviese de moda.
No me cansaré de soñar, ni durmiendo ni despierto, adoro creer en que mis ideales no son tan ilógicos como el común denominador de la gente piensa, pero he llegado a un punto en que ya no espero nada más de nadie que no sea yo y por supuesto Dios que me mira.
Y soy un producto de muchas cosas, de felicidad, de tristezas, de amores y desencantos, de odio, de rabia, de compañerismo y honradez, y me doy cuenta que esas cosas no te suman precisamente, sino que te enseñan a vivir la vida de manera más austera, pero te quitan toda la emoción que solo las espectativas te pueden provocar. Cuando tú entras por una puerta esperas que pasen un montón de cosas, ya sean buenas o malas. Yo, yo no espero nada.
Creo que es importante tener fortaleza de corazón y resistir a lo que se quiere pero no se cumple, para todo se tiene un plan en esta vida, y de todo podemos desprender dos cosas: lo bueno y lo malo, y de cada una de esas partes podemos sacar una tercera común llamada aprendizaje, talvez, cuando vuelva a soñar con todas esas cosas positivas para mí trataré de no cometer los mismos errores que en un pasado, yo pensé que eran progreso.